Rodrigo González, 2011.
Las necesidades son condiciones internas que motivan a preservar el bienestar y buscar el desarrollo pleno del ser humano mientras que cuando no son satisfechas pueden mermar nuestro desarrollo y bienestar; por lo tanto, las necesidades pueden constituir tanto una carencia como una potencialidad.
Existen diversas necesidades, que pueden ser clasificadas de distintas formas. Por ejemplo, en términos muy amplios se pueden clasificar en tres grandes tipos: necesidades dirigidas a evitar que una carencia genere al un daño organismo, llamadas necesidades de deficiencia, y hay otras necesidades que motivan a desarrollar del potencial, llamadas necesidades de crecimiento y necesidades de autotrascendencia.
La diferencia entre las necesidades de deficiencia y de crecimiento radica en que en el primer caso, una vez que es satisfecha la necesidad disminuye la motivación por satisfacerla; en cambio las necesidades de crecimiento una vez que son satisfechas motivan a la persona a seguir satisfaciéndola.
La emergencia de alguna necesidad puede provocar alteraciones en el estado de conciencia, el nivel de activación y disposición hacia la evitación y aproximación.
En el caso de las necesidades de deficiencia, cuando no son satisfechas durante cierta cantidad de tiempo emergen en la conciencia, el humano va a disponer su atención y sus procesos perceptuales a ciertos rasgos de la situación que permitan satisfacerla, estos elementos tantos de la propia persona como del ambiente adquieren pregnancia sobre el fondo; además se puede sentir motivada a alejarse de una fuente de sufrimiento o a acercarse a una fuente de satisfacción. Si la conducta motivada es efectiva se reducirá la pulsión, al menos hasta que pase algún tiempo, se disminuirá el nivel de conciencia y la disposición a la acción de evitación o búsqueda.
En el caso de las necesidades de crecimiento, estas no necesitan estar insatisfechas para motivar su satisfacción, solo es necesario que el humano encuentre un propósito significativo y con sentido subjetivo que emergen en la conciencia, y en base a esto establece metas, entonces, el sistema atencional y perceptual se predispone a los elementos de la situación que se relacionan con esta meta, todos estos adquirieren pregnancia; Además se energizan todas aquellos patrones conductuales dirigidos a eliminar la discrepancia entre la situación percibida y el ideal mediante la realización de un plan para conseguirlo, una vez que se consigue la meta, el ser humano se va a sentir motivado a aumentar la discrepancia entre su anterior meta ideal, poniéndose proactivamente metas más elevadas o cambiando de meta ideal. Como la necesidad sigue latente, a diferencia de lo que ocurre al satisfacer una necesidad de deficiencia, el nivel de conciencia no baja, sino más bien se va ampliando de manera progresiva, y tampoco disminuye la disposición a la acción, de manera que no se desarrolla una actitud pasiva.
La diferencia más grande entre las necesidades de deficiencia, crecimiento y la de autotrascendencia radican en que las necesidades de autotrascendencia no se enfocan en la satisfacción de las propias necesidades, más bien motivan el desapego y a seguir el curso natural de evolución del universo. Pero se parecen a las necesidades de crecimiento en el sentido de que no necesitan de cierta insatisfacción para emerger, solo necesitan un propósito con significado y sentido subjetivo, también se parecen a las de crecimiento ya que aumentan progresivamente los niveles de conciencia y fomentan una actitud activa.
Otra forma de diferenciar las necesidades es de acuerdo a la intensión de conducta que motiva. En este sentido, se pueden diferenciar tres grandes tipos: Las necesidades fisiológicas, las psicológicas orgánicas, las psicológicas adquiridas o sociales y las cuasi-necesidades.
Las necesidades fisiológicas, como su palabra lo indica energizan y dirigen la conducta hacia la satisfacción necesidades como la sed, el descanso o la alimentación. Todas estas necesidades son a la vez necesidades de deficiencia.
Algunos incluyen dentro las necesidades fisiológicas la evitación del dolor y la búsqueda del placer, sin embargo, las menciono por separado ya que si bien tiene bases fisiológicas, en los seres humanos están teñidos de una fuerte influencia social. De manera que prefiero considerarlas como mixtas o bio-sociales. Cabe destacar que las necesidades fisiológicas suelen estar impregnadas o teñidas con estas necesidades, por ejemplo, se come por placer aunque no se tenga hambre.
Ryan y Deci plantean que existen algunas necesidades psicológicas adquiridas y otras orgánicas. Entre las adquiridas se encuentra el deseo de afiliación, reconocimiento, la búsqueda de la intimidad y la búsqueda del poder. Por otra parte, las orgánicas son necesidades inherentes a la naturaleza innata de la humanidad, entre estas necesidades se cuentan las de competencia, gregarismo y autonomía.
También es importante comprender que las necesidades se dan, por lo general, al mismo tiempo, son interdependientes y es a veces difícil distinguirlas unas de otras; y por ello, deben entenderse como un sistema integrado dinámicamente. Esto permite comprender al ser humano en forma holística.
Por ejemplo, un humano que realiza sus necesidades de Autotrascendencia puede satisfacer al mismo tiempo necesidades de crecimiento.
Existen diferentes maneras de integrar dinámicamente las necesidades. Por ejemplo, se puede entender que unas necesidades están asociadas a otras en los recuerdos y se activan juntas ante los mismos estímulos, se pueden entender algunas como medios para conseguir la satisfacción de otras, se puede entender que las necesidades están jerarquizadas así como planteaba Maslow, o pueden comprenderse en se polarizan en opuestos complementarios como lo planteaba Jung.
De hecho estas posturas son complementarias, las personas por lo general tiene una jerarquía de necesidades, algunas más importantes que otras en una especie de perfil motivacional; las de mediana importancia son vistas como medios para la satisfacción de las más importantes; y también, en algunos casos, las menos importantes se perciben como opuestas a las más importantes, por ejemplo, se puede percibir a la autonomía como opuesta a la conformidad, o el poder opuesto a la misericordia. Además como ya se explicó no todas las necesidades están emergentes en todo momento (las necesidades fisiológicas se activan ante señales propioceptivas, las necesidades sociales se activan antes señales sociales), cuando las necesidades de deficiencia se activan cambia momentáneamente el orden de prioridad de las necesidades, luego de lo cual tienden a reorganizarse de forma más o menos igual a como estaban antes de que se activaran.
Las necesidades de autotrascendencia, cuando se encuentran en la parte superior de la jerarquía, funcionan como meta-necesidades que regulan la expresión de las otras necesidades cuando se presentan los diversos estímulos.
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