viernes, 25 de marzo de 2016

Fundamentos para taller de padres y/o apoderados, desde las teorías del cambio subjetivo

Fundamentos para taller de padres y/o apoderados, desde las teorías del cambio subjetivo.

 Autores: Carmen Gloria Silva – Rodrigo González González, 2015.
Docente: Pablo Castro Carrasco

Latinoamérica en la era del postmodernismo ha evidenciado un fenómeno transversal que afecta a la mayoría de las escuelas en los distintos países, se trata de la baja de la participación por parte de los apoderados en la relación con el colegio de sus hijos. Es una problemática real y concreta que se impone y que no exime a nuestra comuna. Según un estudio que midió la participación de los apoderados en un colegio de Alto Hospicio. Se percibe que un 36% de los padres no participa con regularidad en las reuniones de apoderado, un 45% no suele participar en actos oficiales del colegio, un 49% no presta un apoyo consistente en las tareas y pruebas del estudiantes y un 51% no presta suficiente atención a la disciplina de su hijo en la escuela (referencia del estu. Esta situación que podría explicarse desde múltiples causalidades.
Un estudio de México revela una realidad no muy distinta a lo que ocurre en Chile, en donde se destaca la escasa participación de los apoderados, participación que es concebida como un espectador pasivo que recibe la información y decisiones del profesor(a), el apoderado acepta las decisiones del establecimiento sin apelar y esta relación unidireccional es un factor que incide negativamente en la educación (Moreno, 2010). En Chile, se realizó un estudio acerca de la percepción de la relación familia-escuela, evidenciando que tanto docentes como apoderados convergen en que los encuentros son reducidos y que se encuentran supeditados a las solicitudes del profesor(a), y los temas centrales giran en torno al rendimiento académico y temas conductuales (Rivera y Milicic, 2006). Este estudio, muestra resultados similares al estudio de México,  describe una comunicación unidireccional en una relación jerárquica entre el docente como sujeto de poder y apoderado como sujeto “subordinado”. El segundo estudio agrega un aspecto de suspicacia y desconfianza descrita por los docente frente a la participación del apoderado, la cual es percibida como intromisión, evidenciando que el docente no quiere ser cuestionado y/o evaluado por el apoderado.
Ya a principios de los noventa Filp (1993) se relevaba la importancia de la participación de los apoderados en la escuela y de reconocer los impedimentos y conflictos que dificultan la participación efectiva. La autora señalaba que desde el sistema educativo se evidencia un loable discurso hacia la importancia valórica de la colaboración de la familia, no obstante, en la práctica y en la rutina del día a día se tiende a depreciar e invalidar a las familias de los sectores más vulnerables. Otro obstáculo para la participación se trata no cargar de trabajo extra a la ya sobre-exigida labor docente. Es de este modo cómo la participación de la familia queda limitada y reducida a un espacio mínimo donde se trata lo contingente, principalmente sobre las notas y las conductas. Agregamos la observación de que el descenso podría deberse a un sistema en un contexto postmodernista que obligaría a ambos padres o apoderados a estar insertos en un sistema laboral sobre-exigente, resultando bajo espacio para la los apoderados en el colegio. Siguiendo los aportes de Valoras UC, estudios señalan que en Chile los docentes conciben a los padres de bajos ingresos socioeconómicos y culturales como entidades sin habilidades suficientes para educar a sus hijos, dándose cierto menosprecio desde el colegio hacia los padres con situaciones sociales-económicas “complejas” (Ramagnoli y Gallardo, 2007).
Nuestra política educativa, entiende la familia como “un grupo social unido entre sí por vínculos de consanguinidad, filiación (biológica o adoptiva) y de alianza, incluyendo las uniones de hecho cuando son estables” (SERNAM, 1994).  Nuestra constitución concede a los padres el deber de entregar educación a sus hijos, y da a la escuela solo un rol colaborador en esta función familiar. Sin embargo, los cambios que está viviendo la institución familiar la dejan con cada vez menos tiempo y capacidades para realizar su función socializadora, por el contrario, se tiende a delegar en la escuela o los medios de comunicación. En consecuencia con esto, la Ministra Mariana Aylwin (MINEDUC, 2002) decidió establecer una “Política de Participación de Padres, Madres y Apoderados/as en el Sistema Educativo”. Esta política, entiende la educación como formación y promoción de valores y actitudes vitales y en consecuencia da a la familia un rol protagónico en el mejoramiento educativo y participación escolar, potenciándolos como agentes socializadores. Aunque el documento, se muestra consciente de un contexto de intensos cambios sociales, reformas educativas y una impresionante diversificación de las concepciones de familia –todos factores que dificultan la participación de la familia en la escuela- se exclama que el mundo educativo no puede caer en una actitud de rechazo o reclamo ante esta situación, muy por el contrario, debe aspirar a una educación de cualesquiera sean sus condiciones de vida de los estudiantes, lo que obliga a la escuela a replantear y diversificar la forma en que se relaciona con las familias. En dicho sentido, surge la necesidad de construir una cultura más democrática y participativa en las escuelas y que den acogida y reconocimiento a los distintos tipos de familia, así mismo, se requiere inculcar en las familias el valor de la educación, de modo que se comprometan y no abandonen o deleguen sus responsabilidades en la institución educativa.

La efectividad escolar, se define por tres grandes grupos de variables: variables de la escuela, variables de la comunidad y variables de la familia. Aunque las variables familiares son decisivas, no siempre son fáciles de cambiar. Entre las variables estructurales encontramos el nivel socioeconómico o el nivel educativo de los padres; y entre los factores dinámicos se destacan las expectativas educacionales y laborales de los padres, las pautas de socialización, la relación de la familia con la escuela y el involucramiento familiar en tareas (Cornejo y Redondo, 2007). Por ello, lo más práctico sería concentrarse en aquellas variables que sean más fáciles de cambiar. Si partimos del hecho que toda organización educativa está conformada por personas, una de las mejores formas de comprender y promover un cambio sería recurrir a las construcciones culturales que se encuentran implícitas en la subjetividad de estas personas (González, 2003).
Las teorías subjetivas (TS) se definen como un tipo particular de creencia de carácter explicativo (supuestos o hipótesis), que sustentan las personas, acerca de ellos mismos y de su contexto (Castro, General, Jofré, Saez, Vega y Bortoluzzi, 2012). La riqueza de estos marcos simbólicos que se condensan en una TS, permiten a las personas construir su identidad, les ayuda a darle sentido a sus existencias, y a fundamentar o justificar su comportamiento o las situaciones en que se encuentran (Krause, 2011).
Desde la teoría de cambio subjetivo (Cuadra, 2015; Krause, 2011; Castro, 2008; Pozo, 2007; Catalán, 2010), se asume que las TS se construyen a través de distintos grados de elaboración, pasando desde simples asociaciones y creación de constructos explicativos, hasta construir teorías subjetivas con un nivel de elaboración, profundidad y complejidad cada vez mayor, donde se involucra a la biografía de la persona y su contexto como totalidad. El cambio subjetivo es un proceso situado en un contexto de interacción social basado en el respeto y la valoración del marco interpretativo del otro, y donde a partir de la reflexión y contraste de interpretaciones se facilita una revisión crítica de las propias teorías subjetivas. El cambio así entendido no implica necesariamente desechar o desestimar las creencias del otro, sino hacer las TS más complejas y elaboradas que las anteriores, juzgándolas en virtud de su utilidad, la fuente de conocimiento, y las evidencias que las sustentan.
Las TS se originan de las atribuciones causales (Castro, General, Jofré, Saez, Vega y Bortoluzzi, 2012) y los contextos socio-culturales (Pozo, 2007). Por ejemplo, cuando un sujeto se desenvuelve en un medio socio-cultural específico, atribuye su éxito (o fracaso) a distintas causas, y en base a las teorías subjetivas se definen expectativas y disposiciones emocionales que a su vez condicionan estados motivacionales hacia la acción. Por ello la forma en que se construyen las teorías subjetivas está directamente relacionado con la sensación de autoeficacia y agencia del individuo.
Basado en el modelo de Cambio Subjetivo ya explicado, se ha realizado recientemente un estudio (Cuadra, 2015), que comprendía una serie de talleres dirigidos a padres con el objetivo de generar cambios en sus teorías subjetivas respecto a una temática concreta. El proceso de cambio y los facilitadores del proceso se describen en el siguiente gráfico.



Sabemos que los apoderados perciben que la participación  se limita a un nivel informativo o colaborativo, que solo participan a nivel consultivo mediante el centro de padres, y que no se perciben instancias directas de participación en toma de decisiones o control de la eficacia (Ramírez, 2008).


TALLER “TEORÍAS SUBJETIVAS” sábado XX-XX-2016
Hora
Objetivo específico
Actividad
Materiales  
10:00
Apertura.
1)   Al inicio, posterior al saludo y presentación de los ejecutores, la primera instrucción es: Cada persona debe escribir un problema que ocupe su mente actualmente, un problema que lo mantenga desconcentrando y preocupado en sus actividades diarias. Debe ponerle su nombre al cerrar la hoja y guardarlo en una caja que será hecha para ese fin. La segunda instrucción será que nadie leerá “su problema” y se guardará hasta final de la sesión del día y al final pueden pasar a retirar “sus problemas”. Y de esta forma captar la total atención del taller.

Equipo de sonido, buzón de problemas, papelitos cortados y lápices.
10:15
ASOCIACIÓN Y CONSTRUCTOS SUBJETIVOS; de acuerdo a lo que señala Krause (2011), el primer grado de una T. S. es la asociación que hace el individuo entre ideas.

El objetivo será comenzar a trabajar ideas o asociaciones que subyacen bajo T. S. de los apoderados en cuanto a su rol, participación en el colegio y a las expectativas educacionales- laborales que tienen sobre sus hijos.


2)   Se explica de manera muy sencilla acerca de las teorías y expectativas que cada apoderado tiene sobre la escuela y sus hijos, y se invita a participar en el abordaje de las creencias. (Cuadra, 2015, trabajo con pescadores.)

a.    Se reparten 4 tipos de helados: cola de tigre, centellas, chocolitos y trululú.
b.    Los apoderados deben juntarse con los apoderados que tengan el mismo sabor de helado y formar grupos de 5 a 6 personas.
c.    A cada grupo se entrega un papel con las temáticas de los ítems a continuación.

                      i.    Participación en la escuela, (creencias sobre cómo debería ser y sobre la percepción que se tiene de la apertura de la escuela hacia su participación).

                    ii.    Involucramiento de los padres y/o apoderados en la formación valórica general del alumno, no limitado únicamente al ámbito académico formal.


                   iii.    Expectativa que tienen ellos sobre el nivel educacional de sus hijos y sobre la expectativa laboral que creen alcanzarán.

                   iv.    Teorías acerca de la participación y/o acompañamiento en las tareas y deberes escolares de sus hijos.

d.   Conformados los grupos y con las temáticas entregadas, cada grupo deberá exteriorizar entre ellos las ideas o asociaciones que tienen en relación a la temática correspondiente y luego el grupo debe consensuar una hipótesis general de grupo, intentar escribirla en un texto con la finalidad que abarque de manera más fidedigna posible  la opinión del grupo. Para ayudar al grupo a cumplir esta tarea, cada grupo contará con un psicólogo o estudiante de psicología de 5to año, para facilitar el análisis y actividad de síntesis de los argumentos expuestos.

e.    Posteriormente el grupo debe exponerla frente a todos los participantes del taller, la exposición puede ser en diferentes modalidades y debe escoger entre; role playing o ejemplos concretos.

f.     Retroalimentación de los monitores: Para cerrar esta etapa se realizará una retroalimentación, donde se ligaran los aspectos mencionados con la teoría científica[PC4] , con la finalidad establecer las asociaciones de manera integral o más abarcativa de ideas preconcebidas que influye en la rutina de los apoderados.

Equipo audivisual para explicación, tarjetas de identificación con los tipos de helados, papeles con las temáticas propuestas, hojas de apuntes, papelografos y plumones.

11:30
BREACK
COFFÉ
Café, té, hierbas, sándwich (50), galletas variadas, jugos (6 botellas).

11:50
T. S. RUDIMENTARIA:

Se comienzan a identificar las teorías subjetivas que se encuentran  subyacentes  a las asociaciones que poseen los padres y/apoderados.


3)   Los monitores exponen en un pizarrón los textos de las ideas consensuadas de cada grupo.

4)   Participación conjunta; extracción de ideas  similares, se buscan las palabras y acciones repetidas, y se analizan las constructos de las teorías. Se exponen de manera clara para que puedan ser interiorizadas las depuraciones.

Ejemplo: Constructo; Desconfianza (en la participación del apoderado dentro del colegio)

5)   Se invita a los apoderados de los distintos grupos a ejemplificar  los casos, experiencias personales sistemáticas o repetidas, situaciones puntuales y concretas, donde se pongan en práctica estas teorías.  

Pizarrones, plumones.
13:00
Almuerzo
7)   Se realiza un almuerzo comunitario para todos los participantes.

·         Plato de fondo
·         Ensalada
·         Jugo
·         Postre

50 almuerzos,  menú de quiosco del colegio.
50 jugos.
Servicios y utensilios para 50 personas.
Comedor del colegio.
Personal de apoyo

14:00
T. S. ELABORADA.


Permitir la asociación de las distintas T. S. rudimentarias.
Proponer una pregunta que permite plantearse las propias teorías desde una perspectiva diferente, completamente opuesta para invitar a la reflexión crítica y proponer la apertura de visión ante otras teorías subjetivas de otros.

8)   Se expone al grupo un recuento de las T. S. rudimentarias trabajadas por los principales actores del taller, los apoderados.

9)   A continuación se solicita que se vuelvan a conformar los mismos grupos anteriores; grupo trululú, grupo chocolito, grupo centella y grupo cola de tigre. 

10)        Se solicita, con ayuda del monitor de grupo, que cada grupo comente las asociaciones entre los cuatro temas sugeridos. Vale decir, que se relacionen o asocien las teorías rudimentarias con las otras temáticas.

11)        A cada grupo se le entrega un pliego de papel craff y plumones de colores.

12)        Se solicita que cada grupo realice un dibujo que plasme en el papelógrafo la asociación entre las distintas teorías rudimentarias:  participación, involucramiento, expectativas y acompañamiento.

13)        Cada grupo expone a todos los integrantes.

Cartulinas de doble pliego (10), plumones, equipo audio visual.

17:00
BREACK
COFFÉ
Café, té, hierbas, galletas variadas, dulces variados.

17:20
ANALISIS CRÍTICO DE LAS T. S. ELABORADAS.
15)        Los monitores plantean en base a las ya teorías elaboradas ejemplos de teorías elaboradas  completamente distintas o alternativas a la visión trabajada.

16)        Los integrantes, en un trabajo personal redactarán en una hoja máximo  la refutación de su propia teoría por medio de otras explicaciones plausibles.

17) Retroalimentas acerca de la apertura de visión y la convivencia en sociedad desde las distintas perspectivas de un solo fenómeno.

18) Los monitores invitan a hacer un decálogo de 10 puntos a mejorar en relación a la relación familia-escuela.  Esta actividad se trabaja en conjunto.

Cartulinas de doble pliego (10), plumones, equipo audio visual.

18.00
Actividad de Cierre.
Agradecimientos por participación, recepción de opiniones.
Solicitud de que cada apoderado pase a retirar su problema a la Caja de Problemas, utilizada en el inicio del taller.
La persona encargada de la Caja de Problemas regala un chocolate con pequeños mensajes de afrontamiento acerca de los problemas de la vida a cada participante.
Buzón de problemas, 50 chocolates, cartulina, tijera, lápices.






Bibliografía
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Ministerio de Educación, (2002). Política de Participación de Padres, Madres y Apoderados/as en el Sistema Educativo.

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